La OMS reconoce a la osteopatía como una forma de medicina alternativa y complementaria, destacándola en la promoción de la salud y el bienestar. Ha reconocido que la osteopatía puede ser beneficiosa para una variedad de afecciones, especialmente las relacionadas con los trastornos músculo esqueléticos.
La osteopatía es una práctica manual precisa y adaptada a cada persona. Su base principal es la anatomía humana y la fisiología del cuerpo, respetando la relación entre el cuerpo, la mente y el espíritu. La práctica osteopática trabaja de una forma integral.
La Osteopatía se fundamenta en cuatro principios que son la base de su filosofía y guían el enfoque del osteópata en el diagnóstico y tratamiento. Estos son:
1.- El cuerpo es un unidad: La osteopatía considera al cuerpo humano como una unidad integral en la que todas las partes están interconectadas y se afectan mutuamente.
2.- La estructura gobierna la función: La osteopatía busca restaurar el equilibrio y la movilidad adecuada en las estructuras del cuerpo para mejorar su función y promover la curación.
3.- La ley de la arteria: Este principio osteopático postula que el flujo sanguíneo adecuado es esencial para la salud y bienestar del cuerpo.
4.- La capacidad de autorregulación y autocuración del cuerpo: Este principio reconoce la capacidad inherente del cuerpo para curarse a sí mismo. Se enfoca en eliminar obstáculos que puedan interferir con este proceso de autorregulación y promover un entorno propicio para la autocuración.
